Los cumpleaños que recuerdo (muy a mi pesar)

Me pasa todos los 23 de mayo, me acuerdo de una chica que conozco, y de que es su cumpleaños. También me pasa el 12 de septiembre, el 9 de junio, 5 de abril, 13 de mayo, 18 de diciembre... y así hasta aburrir. Por alguna razón que desconozco, tengo demasiada buena memoria para los cumpleaños, incluso para los de gente que ya no trato desde hace siglos.

Al principio trataba inútilmente de mantener el contacto y seguía felicitándoles. Postales, cartas, llamadas de teléfono o sms's (cuando nos hicimos modernos), la mayoría de las veces sin respuesta o con una frialdad tal que te helaba hasta los sentimientos más candorosos. Por supuesto, ni hablar de recibir una felicitación por mi cumpleaños :D Así que decidí pasar, o eso intento, pues no hay forma de que se me olviden esas fechas. Es un desastre. ¿Les gusta ser engreídos y que les hagan la pelota, no sé, para sentirse importantes, solicitados? Quiero decir, a mí si me mandan una postal o carta, tengo la necesidad de responderla; aunque no sea por ese medio - bien liados vamos de normal, así que es probable que acabe enviando un e-mail o un sms. Pero al menos tienes el detalle, te preocupas. No como una obligación, sino como un placer, el placer de comunicarse y mantener los nexos fuertes y renovados.

Luego me divierte cuando me encuentro con alguna de esas personas y esperan que salude con una sonrisa de oreja a oreja. Se decepcionan si no es así y los recibes con la misma cara con que te puedes leer un periódico en chino: que ni fu ni fa, sino todo lo contrario. ¿Y qué pueden esperar, si han cortado la comunicación?

De modo que el hecho de no felicitar a la gente, al tiempo que soy perfectamente consciente de que esperan que les feliciten, no sé si tomármelo como una pequeña venganza o como una forma estúpida de colaborar en un asesinato comunicativo. Y ante la duda... ¡quiero ser desmemoriada!

Aunque sea un poquito sólo... porfis...