¿Dónde está la magia?

Llevo unos días de discusión interno-filosófica y valoración de costumbres y hechos conmigo mismo de lo más. Desde que vi la gp32 en la bcnparty, he estado resistiéndome a acercarme a ese pequeño artilugio. Me parece demasiado atractivo y por eso mismo no me quiero enganchar a él. Superé las primeras tentaciones, cuando la gente se puso a trastear con un compilador para GP32 (ahora no recuerdo el nombre...) y me pedían alguna ayuda de cuando en cuando ... ¡Realmente era una tentación muy fuerte! Ahí estaban dibujando en un buffer, pixel a pixel, como cuando empezó a interesarme la programación gráfica; sin complicaciones de motores 3D ni rollos raros. Pero por alguna razón abandonaron... y la tentación se medio esfumó. Por supuesto de cuando en cuando veía la consola y la multitud de juegos que llevaba, todos esos clásicos que tanto me divierten (es decir, los juegos de navecitas, que dice burlona y jocosamente mi hermana), y me decía a mi misma: ¡huye de ella! ¡huye o caerás!

Porque otra cosa no, pero tengo una habilidad para interesarme por las cosas programables que da miedo. De tal modo que finalmente me disipo por todos los campos y no hago nada de bueno. Es por eso mismo por lo que no quiero empezar a programar en gp32. Aún que me quiero poner con mac... pero porque simplemente será codear en opengl. Siempre me negué a aprender cómo funcionaba win32. Simplemente quería tener el código para abrir una ventana y dibujar en ella. Y ya. Así que a bote pronto mi código no es demasiado dependiente de win32 (aunque fijo seguro que se me ha escapado más de una constante jejeje).

Así que el sábado se me ocurrió ver algunas demos que había hecho. La verdad es que entre pitos y flautas todo lo último que he hecho está bastante inacabado y me da mucha rabia. Empezando por Blue Tuesday y continuando con vslpx, aunque esta última está menos inacabada de lo que podía haber estado, todo sea dicho. Pero viendo la versión pública de Blue Tuesday, es decir, la presentada en la party, y comparándola con la versión en desarrollo que se aburre en mi pc esperando a que le haga caso, la de desarrollo estaba bastante mejor. Y la idea: ¿Y por qué no acabarla en mac? fue como una chispita... y me dije: ¿y por qué no? (Avance/pista: bien, porque no consigo compilar con fmod, por ahora)

Por otra parte, estaba en un punto de hastío musical bastante notorio. De todos es bien sabido, y si no lo es lo repito, que mi tracker favorito, impulse tracker, tenia serios problemas para ser ejecutado en windows XP, y esos problemas se incrementaban si además lo quería ejecutar en mi estúpido e inútil portátil. Básicamente la máxima funcionalidad que obtenía era la pantalla de presentación, ya que tras ello el teclado quedaba desactivado. Muy útil. El caso es que no había podido acostumbrarme a Modplug tracker, a pesar de todos los esfuerzos que hice. Imposible, oiga. Y va ayer... y encuentro ese nuevo tracker, el Schism... que estaba para MacOsX, es decir el sistema operativo de mi ordenador actual. ¡Maravillas de la ciencia! ¡Dios es un programador! (¡o casi!) y fue como un resurgimiento de esas ganas de hacer música... instantáneamente, sin tener que andar enchufando teclados, grabando partes, cuantizando, ahora la compresión aquí, ahora esto allá, que si tal que si cual. Hacer música para divertirse un rato, sin más.

Esto me trajo muchos recuerdos de aquella época fantástica en que cogía un tracker y en una hora tenía una canción hecha. Pimpampum, patrón por aquí patrón por allá, order list, fiu fiu fiu y ¡zas! Ahí estaba la canción... lista para ser subida a traxinspace o algo parecido (o mismamente, enviarla a pcmanía). Y me preguntaba, de hecho me lo pregunto desde hace meses, ¿dónde está mi creatividad? ¿habré hecho ya todas las canciones que tenía que hacer y ahora sólo me queda ser un sujeto pasivo, dedicada a escuchar lo que hacen los demás? Qué triste, ¿no? Algo falla... y quizá era la interfaz...

Y finalmente, para rematar, el señor Manuel Recena ha tenido la gran idea de subir a scenesp unos vídeos que andaban rulando por ahí durante mucho tiempo pero nadie sabía muy bien de quién o de dónde conseguirlos. Estos vídeos, en concreto, son reportajes sobre las Euskal 2, 3 y 5. Unos vídeos que muestran lo que a mí me gusta recordar de la euskal, y eso que no lo he vivido. La primera a la que fuí, la 10, ya me pareció enorme. Muchísima gente, demasiados juegos para mi gusto, demasiados usuarios. Esa es la clave. Ves los vídeos de esas ediciones, y no hay tantos consumidores de informática e incluso los que simplemente son consumidores, sienten una especial admiración por la informática y las posibilidades creativas de la misma. Creo que de alguna manera, ven la magia. Sí, esa magia es lo que se ha perdido en estos últimos tiempos. La escena no se ha muerto, simplemente se ha vuelto escéptica. Incluso yo misma, que me maravillaba a poca cosa que pudiera hacer, o que newbies como yo pudiéramos hacer, me he ido dejando llevar por un descreimiento, una especie de rechazo inicial a todo lo que va surgiendo. No entiendo muy bien a qué se debe, pero lo cierto es que apesta. Un colega scener, ethernet, lo ha sintetizado muy bien hoy mismo en un post de escena.org: hay demasiado hermetismo. Y yo le añadiría que se ha perdido el respeto. Pero no el supuesto respeto obligado de los newbies a los élite. Se ha perdido el verdadero respeto, de alguna manera la escena española (o esto me lo parece a mí) está llena de cizañas, envidias, malos rollos, tensiones, intrigas y demás miserias humanas que nos impiden disfrutarla y divulgarla como lo que es, un mundo maravilloso y mágico donde poder explorar qué te ofrece tu ordenador, no simplemente sentarte delante de él y dejar que el mercado te dicte qué puedes hacer con él.

Con tan poca educación, los newbies no reciben apoyo sino críticas por aquí y por allá, los que hacen algo también acaban recibiendo críticas y los que no hacen nada se dedican a soltar alguna de cuando en cuando, para rematar. Y cuando digo críticas no me refiero a críticas constructivas, sino destructivas.

Hay que ver qué diferente es esta escena a la de gp32. Por lo que voy enterándome, en la escena de gp32 se anima con fervor a todo el que produce algo. La gente está interesada y valoran todo positivamente. ¿Tanto cuesta hacer lo mismo cuando aparece Cualquier Cosa en "nuestra escena"?

Me he propuesto un cambio mental para tiempos venideros. Como ya conocerá la gente de mi círculo... las palabras mágicas son pensamiento positivo. Creo que es la única forma de que la escena continúe y siga adelante. No podemos seguir perdiendo el tiempo echándonos puñales unos a otros, intentando defender formas y costumbres obsoletas empecinados en nuestras ideas, tenemos que abrir los ojos y intentar ser más receptivos a lo que están haciendo los demás. ¡La comunicación es la clave!