¡Cuatro días!

Nada, que sólo quedan cuatro días, o por qué no, digamos que quedan tres, ¡que este ya se está acabando!

Mientras por Spain nos preparan una sauna de julio, aquí ha estado cayendo una tormenta de rayos y centellas. No me extraña que Oscar Wilde escribiera esas novelazas romantiquísimas con fantasmas, grilletes, truenos y nubarrones. El ambiente invita...